viernes, 3 de julio de 2015

Según un nuevo reporte de la CDC de Estados Unidos, la razón por la que los ojos se ponen rojos en una piscina no es el cloro que se le añade, es la orina.



Así que de ahora en adelante vas a querer pensarlo dos veces antes de ir a piscina sin usar gafas. Esta investigación la hizo la CDC (Centers for Disease Control) en conjunto con otras organizaciones que están a la vanguardia en investigación de fuentes hídricas. Todo con el fin de que sepas a que te atienes cuando vas a una piscina pública, y con qué entras en contacto.

Hay una falsa creencia que nos dice que el cloro se encarga de eliminar todas las bacterias que se encuentran en una piscina pública. Pero la realidad es otra, “El cloro en su intento de matar las bacterias de tu cuerpo, causa estas irritaciones. Eso es lo que pasa en tus ojos. El cloro que llega con orina y sudor de otros.” Cualquier germen que este en la piscina puede tomarse su tiempo para ser destruido, en presencia del cloro. Uno de ellos es el Cryptosporidium, el cual puede causar diarrea, esta bacteria puede tardar hasta 10 días en morir. La bacteria E. Coli es destruida en menos de 1 minuto.

Pero hablando con franqueza sobre la diarrea, las enfermedades como esta están en aumento, y tienen como foco central de cultivo las piscinas públicas. Aquellas personas que nadan en piscinas, mientras experimentan diarrea están exponiendo a las demás personas. No necesariamente tienen que deponer en la piscina, pero cualquier germen que tengan tiene la facilidad de esparcirse en la piscina y contagiar a otros. Esta es la razón por la cual el CDC recomienda que los bañistas se duche antes de entrar a la piscina.

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